A partir de ese momento, se recolectaron elementos de prueba que permitieron la producción de allanamientos e incluso la detención de una persona sospechada de haber privado de su libertad a la joven. Al hombre se le formularon cargos por los delitos de privación Ilegítima de la libertad agravado por el uso de un arma de fuego en calidad de co autor de acuerdo a lo normado y se solicitó en la misma audiencia, una medida de prisión preventiva.

Tal cual fuera advertido por el Cuerpo Médico Forense y el Área de Salud Mental de Hospital Zonal, ella se encontraba sumida en un estado psiquiátrico marcado por la fragilidad y la vulnerabilidad. Dicho estado, según los profesionales, condicionaba su aptitud para prestar declaración en la causa.

De acuerdo a ello, con el objeto de preservar su salud, la joven solicitó que se le impartiera reserva y confidencialidad al desarrollo de la investigación. Asimismo se escuchó a la familia de aquélla en relación a su voluntad de no acceder a una etapa procesal que enfrentara a la joven con el imputado y al público en general.

El Ministerio Público Fiscal tomó debida cuenta de dicha situación y procuró dar solución al conflicto, con la participación de la joven y su familia.

De ese modo, en el marco de las soluciones previstas en el nuevo ordenamiento procesal, se impuso al sospechado el cumplimiento de muy puntuales obligaciones de conducta; dando por finalizada la investigación iniciada por parte del Ministerio Público Fiscal.