Procesos que quedaron en el camino, necesidades de niños, niñas y adolescentes, y cuestiones del fuero de Familia que no entienden de tiempos de Covid-19 fue el escenario con el que se encontraron los defensores adjuntos de la Defensa Pública rionegrina.
Con ello y gracias a las denominadas “Mediaciones Puente” implementadas por el Centro Judicial de Mediación (CEJUME) en la II Circunscripción, con el apoyo de mediadores, de abogados particulares, y de las personas que buscaron una respuesta, trabajaron estos funcionarios. Aquí algunos números que ayudan a visualizar lo anterior.
La Defensa Pública en mediación, por medio de sus siete Defensores Adjuntos en la II Circunscripción, ha reprogramado más de 350 mediaciones que quedaron pendientes de producirse al día 17 de Marzo de 2020. En el mes de abril con la puesta en marcha de la Resolución 129/20 y hasta la fecha, se ha intervenido en la sustanciación de 121 audiencias, de las cuales 83 fueron con acuerdo y 38 sin acuerdo, encontrándose en proceso unas 200 mediaciones.
La manera en la que se llevan a cabo es por medio de la denominada “mediación puente”. Cada uno de los participantes en la mediación se encuentra en su hogar y la comunicación entre ellos se realiza vía telefónica, llamadas por la aplicación WhatsApp o por los medios electrónicos que en cada caso particular puede adecuarse a las circunstancias. Este método de emergencia debe ser consensuado previamente con las partes, siendo el mediador quien deja constancia de dichas manifestaciones en un acta que labra al final de cada reunión de mediación. Comprometiendo la firma del acuerdo para el momento en que la actividad de los centros de mediación sea presencial.
Los principales temas abordados son los relacionados a las temáticas de familia: alimentos y régimen de comunicación, como también el cuidado personal de los hijos.
La puesta en marcha de esta modalidad, que adapta la mediación a las especiales circunstancias por las que atraviesa la comunidad toda, ha sido recibida con gratitud por los justiciables, quienes han dejado entrar en su hogar a las instituciones a las que ellos normalmente deben acudir para que les sea brindado el servicio de acceso a justicia. Cada mediación implica mucho más tiempo por la falta de proximidad de las partes en lo presencial, fuerza el sentido de la sobrecomunicación que debe existir al estar ausente el contacto personal.

Procesos que quedaron en el camino, necesidades de niños, niñas y adolescentes, y cuestiones del fuero de Familia que no entienden de tiempos de Covid-19 fue el escenario con el que se encontraron los defensores adjuntos de la Defensa Pública rionegrina.
Con ello y gracias a las denominadas “Mediaciones Puente” implementadas por el Centro Judicial de Mediación (CEJUME) en la II Circunscripción, con el apoyo de mediadores, de abogados particulares, y de las personas que buscaron una respuesta, trabajaron estos funcionarios. Aquí algunos números que ayudan a visualizar lo anterior.
La Defensa Pública en mediación, por medio de sus siete Defensores Adjuntos en la II Circunscripción, ha reprogramado más de 350 mediaciones que quedaron pendientes de producirse al día 17 de Marzo de 2020. En el mes de abril con la puesta en marcha de la Resolución 129/20 y hasta la fecha, se ha intervenido en la sustanciación de 121 audiencias, de las cuales 83 fueron con acuerdo y 38 sin acuerdo, encontrándose en proceso unas 200 mediaciones.
La manera en la que se llevan a cabo es por medio de la denominada “mediación puente”. Cada uno de los participantes en la mediación se encuentra en su hogar y la comunicación entre ellos se realiza vía telefónica, llamadas por la aplicación WhatsApp o por los medios electrónicos que en cada caso particular puede adecuarse a las circunstancias. Este método de emergencia debe ser consensuado previamente con las partes, siendo el mediador quien deja constancia de dichas manifestaciones en un acta que labra al final de cada reunión de mediación. Comprometiendo la firma del acuerdo para el momento en que la actividad de los centros de mediación sea presencial.
Los principales temas abordados son los relacionados a las temáticas de familia: alimentos y régimen de comunicación, como también el cuidado personal de los hijos.
La puesta en marcha de esta modalidad, que adapta la mediación a las especiales circunstancias por las que atraviesa la comunidad toda, ha sido recibida con gratitud por los justiciables, quienes han dejado entrar en su hogar a las instituciones a las que ellos normalmente deben acudir para que les sea brindado el servicio de acceso a justicia. Cada mediación implica mucho más tiempo por la falta de proximidad de las partes en lo presencial, fuerza el sentido de la sobrecomunicación que debe existir al estar ausente el contacto personal.