La fiscalía le solicitó al jurado popular que el hombre imputado como presunto autor de haber cometido varios delitos contra la integridad sexual de tres hijas menores de edad, sea declarado culpable.
"Tenemos tres víctimas, un único agresor, su papá, Trajimos toda la prueba que este tipo de delitos nos permite traerles, ya que estos abusos ocurren en la soledad de los hogares, sin testigos. Por eso tenemos los dichos de las víctimas, a través de la Cámara Gesell, y de los testimonios de a quienes pudieron contárselo: la tía, y a su mamá, quien inmediatamente les creyó y fue a hacer la denuncia con lo que las niñas, sus hijas, le pudieron contar”, comenzó la fiscal jefe.
“La psicóloga que tomó la Cámara Gesell dijo que se trata de tres víctimas con diferentes características, que procesaron los hechos de manera distinta, y que pudieron contar lo que a cada una les sucedió. Enfatizó la especialista que se trataba de relatos que daban cuenta de experiencias vividas”, agregó la fiscal.
“En relación a la pericia psicológica que se hizo respecto de las víctimas, la especialista dijo que no hay en ninguna de ellas mitomanía o fabulación”, sumó en su alegato la fiscal.
Estos hechos ocurrían, argumentó la representante del Ministerio Público, “cuando la mamá de la nena estaba trabajando, o se iba a comprar, e incluso, haciendo alarde de su impunidad, el hombre concretaba los delitos aún con la señora en la casa. Este señor sabía lo que hacía, sabía que eran sus hijas, y lo que significaba lo que les estaba haciendo”, subrayó la fiscalía.
Por su parte, la defensora de menores explicó que “las niñas hablaron de situaciones vivenciadas, y nunca cambiaron su relato, lo pudimos ver tanto en la declaración de su madre y en lo que ella denunció que sus hijas le habían contado. Mientras que en la Cámara Gesell, que es la prueba más importante de este juicio, pudimos observar que se trata de un relato espontáneo, las niñas no mintieron, y sostuvieron aquello que le pudieron contar a su mamá a lo largo del proceso de prueba para este juicio”.
“Estas niñas, a quienes represento, con las pruebas aportadas por la fiscalía, y la calificación legal, fueron abusadas por un padre que lejos de brindar los cuidados, los consejos , la protección que todos esperamos de un padre, contrariamente a eso, las abusó sexualmente, por ello merece un veredicto de culpabilidad”, cerró la defensora de menores.
Mientras el defensor penal público que asiste al imputado en este juicio se dirigió a los y las juradas diciéndoles que “les pido que se fijen si lo que se prueba aquí es lo que dice la fiscalía hoy en sus alegatos. Esta parte entiende que no se han podido probar varias cuestiones”.
“Ahora les toca a ustedes decidir. Les digo que absolver a un imputado de abuso sexual no es simple, pero condenar a un inocente puede costar más. Ustedes tienen ahora esa tarea”, concluyó el defensor.
El imputado fue consultado por el juez interviniente si desea declarar, y el hombre expresó que no. De esta manera, y tras la exposición de los alegatos, las partes avanzan en una audiencia en la que terminarán de delinear las instrucciones particulares del caso. Finalizado esto, se dictarán las mismas al jurado y los doce ciudadanos y ciudadanas titulares que lo integran pasarán a deliberar hasta alcanzar un veredicto.
Juicio por jurados: las partes realizaron sus alegatos finales
La fiscalía le solicitó al jurado popular que el hombre imputado como presunto autor de haber cometido varios delitos contra la integridad sexual de tres hijas menores de edad, sea declarado culpable.
"Tenemos tres víctimas, un único agresor, su papá, Trajimos toda la prueba que este tipo de delitos nos permite traerles, ya que estos abusos ocurren en la soledad de los hogares, sin testigos. Por eso tenemos los dichos de las víctimas, a través de la Cámara Gesell, y de los testimonios de a quienes pudieron contárselo: la tía, y a su mamá, quien inmediatamente les creyó y fue a hacer la denuncia con lo que las niñas, sus hijas, le pudieron contar”, comenzó la fiscal jefe.
“La psicóloga que tomó la Cámara Gesell dijo que se trata de tres víctimas con diferentes características, que procesaron los hechos de manera distinta, y que pudieron contar lo que a cada una les sucedió. Enfatizó la especialista que se trataba de relatos que daban cuenta de experiencias vividas”, agregó la fiscal.
“En relación a la pericia psicológica que se hizo respecto de las víctimas, la especialista dijo que no hay en ninguna de ellas mitomanía o fabulación”, sumó en su alegato la fiscal.
Estos hechos ocurrían, argumentó la representante del Ministerio Público, “cuando la mamá de la nena estaba trabajando, o se iba a comprar, e incluso, haciendo alarde de su impunidad, el hombre concretaba los delitos aún con la señora en la casa. Este señor sabía lo que hacía, sabía que eran sus hijas, y lo que significaba lo que les estaba haciendo”, subrayó la fiscalía.
Por su parte, la defensora de menores explicó que “las niñas hablaron de situaciones vivenciadas, y nunca cambiaron su relato, lo pudimos ver tanto en la declaración de su madre y en lo que ella denunció que sus hijas le habían contado. Mientras que en la Cámara Gesell, que es la prueba más importante de este juicio, pudimos observar que se trata de un relato espontáneo, las niñas no mintieron, y sostuvieron aquello que le pudieron contar a su mamá a lo largo del proceso de prueba para este juicio”.
“Estas niñas, a quienes represento, con las pruebas aportadas por la fiscalía, y la calificación legal, fueron abusadas por un padre que lejos de brindar los cuidados, los consejos , la protección que todos esperamos de un padre, contrariamente a eso, las abusó sexualmente, por ello merece un veredicto de culpabilidad”, cerró la defensora de menores.
Mientras el defensor penal público que asiste al imputado en este juicio se dirigió a los y las juradas diciéndoles que “les pido que se fijen si lo que se prueba aquí es lo que dice la fiscalía hoy en sus alegatos. Esta parte entiende que no se han podido probar varias cuestiones”.
“Ahora les toca a ustedes decidir. Les digo que absolver a un imputado de abuso sexual no es simple, pero condenar a un inocente puede costar más. Ustedes tienen ahora esa tarea”, concluyó el defensor.
El imputado fue consultado por el juez interviniente si desea declarar, y el hombre expresó que no. De esta manera, y tras la exposición de los alegatos, las partes avanzan en una audiencia en la que terminarán de delinear las instrucciones particulares del caso. Finalizado esto, se dictarán las mismas al jurado y los doce ciudadanos y ciudadanas titulares que lo integran pasarán a deliberar hasta alcanzar un veredicto.