Así, los encuentros sucedían, las charlas e ideas para resolver la preocupación de esta mujer se renovaban, a veces con más vehemencia, otras con menos, pero el tema nunca se cerraba con la claridad que ella necesitaba.

Entonces, tomó la decisión de acercarse al Centro de Atención de la Defensa Pública (CADEP) y consultar si su único hijo podía ayudarla económicamente. Fue en ese espacio que tras la atención oportuna y el asesoramiento concreto de una defensora adjunta especializada en mediación, esta mujer de 85 años logró que su necesidad fuera contemplada.

“Esta historia nos llamó la atención porque fue la señora que realizó la solicitud de la prestación alimentaria, generalmente son los hijos, aquellos que se encargan del cuidado de su madre o su padre que les reclaman a los hermanos que no prestan colaboración”, explicó la representante del Ministerio Público de la Defensa.

“En este caso, el hombre es hijo único, y en alguna oportunidad ella había desistido del reclamo, sin embargo con el sistema de seguimiento que hemos implementado, la llamamos, la convocamos y luego solicitamos la mediación”, comentó la defensora.

“De esta manera, tras algunas horas, el primogénito aceptó que el acuerdo quedara plasmado y deposita un porcentaje del Salario Mínimo Vital y Móvil, entre el 1 y el 10 de cada mes, actualizable según los montos que queden determinados por la cartera nacional”, agregó la representante de la defensa pública.

El acuerdo fue celebrado en el Centro Integral de Métodos Autocompositivos de Resolución de Conflictos (CIMARC) con la intervención de una mediadora, una defensora MARC adjunta que asistió a la señora, y el hijo se acercó con una abogada particular.

¿Tenés o conocés un caso similar? Acá podés consultar:

Centros de Atención de la Defensa Pública, de lunes a viernes de 7:30 a 13:30.

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