En la audiencia desarrollada hoy, la Fiscalía detalló el hecho que le atribuye a los dos acusados, perpetrado el 31 de julio pasado en horas de la mañana, en el interior de la vivienda ubicada en el Boulevard Ayacucho al 300 en la que se encontraba un hombre de 80 años de edad y una de sus hijas.

Destacó que los imputados ingresaron a la vivienda y, previa amenaza, golpearon a la víctima provocándole diversas lesiones graves, al tiempo que redujeron a su hija, que también se encontraba en el lugar, para apoderarse de joyas, relojes, teléfonos celulares, elementos personales y dinero en efectivo. Luego huyeron en un jeep que les pertenecía y en la camioneta de la víctima, que fue hallada a las pocas horas del hecho. También pudo recuperarse parte de lo robado, que fue oportunamente devuelto a sus dueños.

En el marco de la investigación penal preparatoria se constató, además, que a la vivienda ingresaron únicamente estos dos hombres y que fue un arma blanca la utilizada para efectuar las amenazas; por ello la calificación legal endilgada fue la de robo agravado por causar lesiones graves y uso de arma, en función de los artículos 45 y 166, incisos 1 y 2, del Código Penal.

Entre el sustento probatorio, la Fiscalía analizó las actas de procedimiento policial, diversas entrevistas tanto a víctimas como a vecinos y otros testigos, el registro de cámaras de seguridad pública y privada. Sumó a ésto una profusa cantidad de evidencia que incluye el resultado positivo de análisis científicos y técnicos entre otra cantidad de material que permitió obtener certeza respecto de cómo se produjo el hecho y que fueron ambos acusados quienes lo protagonizaron.

Así detalló el fiscal, uno a uno, los resultados positivos de los allanamientos efectuados en los domicilios de ambos imputados en los que se encontraron algunos elementos denunciados como sustraídos; los informes a celulares e incautación de datos de conversaciones de whatsapp efectuados por la Oficina de Investigación en Telecomunicaciones que dieron precisiones especialmente acerca de la planificación previa del robo.

Sumó a ello la correspondencia de ADN, rastros hemáticos y muestras de olor que fueron cotejadas entre diversos elementos secuestrados y el material biológico obtenido de ambos acusados. Añadió, además, fotografías, videos, entrevistas, certificados y pericias médicas, especialmente aquella que constata el carácter de gravedad de las lesiones que sufrió el hombre y que implicaron un tiempo de curación mayor a los 30 días.

Ante la consulta específica del juez de juicio que encabezó la audiencia, la Fiscalía destacó que las víctimas fueron informadas previamente acerca de la pretensión de culminar esta causa a través de un procedimiento abreviado con la pretensión punitiva de seis años. Tanto el padre como su hija se manifestaron de acuerdo.

Si bien la defensa técnica, tanto pública como privada respectivamente, no manifestó objeciones al hecho descripto y al acuerdo presentado, el juez habló claramente con cada uno de los acusados explicándoles los alcances del mismo. Les pidió su admisión explícita de todos los términos, previo a que cada uno reconociera haber sido responsable del hecho. Ambos hombres, uno a través de una carta entregada por su defensora particular, pidieron disculpas a las víctimas.

Finalmente, las partes coincidieron también, y así lo solicitaron al juez, en la prórroga de la prisión preventiva hasta tanto se suscriba la sentencia correspondiente, aspecto al que hizo lugar el magistrado.