Haciendo lugar al pedido del Ministerio Público Fiscal, un tribunal prorrogó hoy la prisión preventiva de un hombre condenado por abuso sexual agravado hasta fines de abril de 2026. La audiencia de cesura para requerir la pena se realizará el proximo viernes 12.
El pedido se fundó en el avance del legajo, el veredicto unánime de culpabilidad dictado por un tribunal colegiado el 11 de agosto pasado y la expectativa de una pena elevada. Todas esas circunstancias acrecientan el riesgo de fuga.
La acusación pública sostuvo que los riesgos procesales se mantienen y no pueden neutralizarse con otra medida menos gravosa, considerando además que aún restan instancias recursivas por transitar. La defensa particular no se opuso. En esta oportunidad no intervino el defensor de menores, dado que la víctima ya alcanzó la mayoría de edad.
El tribunal interviniente ya había declarado al imputado culpable del delito de abuso sexual agravado por acceso carnal, la calidad de encargado de la guarda —por ser la pareja de la madre de la víctima— y la edad de la damnificada, menor de 18 años al momento de los hechos, en el marco de una situación de convivencia. El debate oral se extendió durante tres días y culminó con un veredicto unánime de tres jueces de juicio.
En el alegato final, la Fiscalía resaltó la coherencia y veracidad del testimonio de la víctima, quien narró los abusos padecidos durante varios años, y refutó la hipótesis defensiva de un relato falso. Se destacó además el rol de la escuela secundaria a la que la adoescente asistía, espacio en el que en octubre del año pasado pudo expresar la situación que atravesaba.
Haciendo lugar al pedido del Ministerio Público Fiscal, un tribunal prorrogó hoy la prisión preventiva de un hombre condenado por abuso sexual agravado hasta fines de abril de 2026. La audiencia de cesura para requerir la pena se realizará el proximo viernes 12.
El pedido se fundó en el avance del legajo, el veredicto unánime de culpabilidad dictado por un tribunal colegiado el 11 de agosto pasado y la expectativa de una pena elevada. Todas esas circunstancias acrecientan el riesgo de fuga.
La acusación pública sostuvo que los riesgos procesales se mantienen y no pueden neutralizarse con otra medida menos gravosa, considerando además que aún restan instancias recursivas por transitar. La defensa particular no se opuso. En esta oportunidad no intervino el defensor de menores, dado que la víctima ya alcanzó la mayoría de edad.
El tribunal interviniente ya había declarado al imputado culpable del delito de abuso sexual agravado por acceso carnal, la calidad de encargado de la guarda —por ser la pareja de la madre de la víctima— y la edad de la damnificada, menor de 18 años al momento de los hechos, en el marco de una situación de convivencia. El debate oral se extendió durante tres días y culminó con un veredicto unánime de tres jueces de juicio.
En el alegato final, la Fiscalía resaltó la coherencia y veracidad del testimonio de la víctima, quien narró los abusos padecidos durante varios años, y refutó la hipótesis defensiva de un relato falso. Se destacó además el rol de la escuela secundaria a la que la adoescente asistía, espacio en el que en octubre del año pasado pudo expresar la situación que atravesaba.