Según la acusación el acusado se presentó en la vivienda de la mujer y le propinó dos golpes de puño en el rostro, provocando que la víctima se desvaneciera y cayera al suelo. Una vez allí, continuó la agresión mediante patadas en la región del tórax, al tiempo que le profería amenazas de muerte. Ante la intervención de personas que se encontraban en el lugar y de vecinos de la víctima, el agresor se retiró.

Instantes después, cuando la mujer se encontraba nuevamente de pie en la puerta del domicilio, regresó al lugar, la tomó de los pelos y la arrojó nuevamente al suelo. Esta segunda irrupción motivó que quienes acudieron en auxilio de la víctima se resguardaran con ella dentro de la vivienda, logrando cesar la agresión hasta el arribo del personal policial, momento en el cual el imputado se retiró definitivamente.

Como consecuencia del ataque, la víctima sufrió diversas lesiones y se encuentra hospitalizada hasta la realización de los estudios médicos correspondientes para descartar lesiones de mayor gravedad.

Los hechos fueron calificados como lesiones calificadas y amenazas. Entre el sustento probatorio la fiscalía cuenta con la declaración testimonial de la víctima y la denuncia penal radicada por su progenitora quien dio aviso del episodio tras la hospitalización de su hija; certificados médicos, el acta de constatación y relevamiento realizada por personal policial, entre otra información.

Durante la audiencia, la Fiscalía solicitó la prisión preventiva del imputado, fundamentando el pedido en el riesgo de entorpecimiento de la investigación, en particular en la necesidad de resguardar el testimonio de la víctima y de un testigo presencial del hecho, amigo de la mujer, cuya declaración resulta relevante para el avance del proceso. La medida fue dispuesta por el juez de Garantías interviniente.